Solo una gran cosa he aprendido este año: Cada día trae su propio afán que cambia el resto de día, por lo tanto todo pasa por alguna razón y si me dejo Dios hace obras maravillosas con esos giros. En resumen me comí mis días 20-10: en doble de veces en todo el tiempo esperado. Cierto día una mujer tomó sus cosas y emprendió camino a su decisión real: vivir. Pero para hacerlo solo disponía de doce días y así crecer como persona. El primer día experimentó todo lo que quiso con quién creía, debía ella amar. Se entregó hora tras hora, sin importar el sudor acumulado en su frente. Además enfrentó el temor del pasado formulado en un doloroso presente y en un muy prometedor futuro. Al anochecer aprendió que no era fácil, pero que sudar después del ejercicio es bueno. El segundo día caminó una gran cuesta de abajo hacia arriba, acompañada de algo que quizás estaba ya cansada de jalar, pero que acrecentaba su ego. Además el temor del día anterior se convirtió en dolor
Pase adelante, equivocarse es una opción y levantarse LA opción, que aquí la libertad que tenemos es la de aprender a vivir.