Quisiera sacarte de mis adentros no quiero seguir viendo tu rostro y preguntarme ¿qué pasó?. Mi vida sigue y Dios la galardona con las más bellas bendiciones, pero sigues frente a mí. Hoy, por el mismo pasillo en el que nos enamoramos en los mismos azulejos que pasábamos el tiempo hablando, nos encontramos hacia direcciones distintas pasando uno al lado del otro como si nunca hubiese pasado, por lo menos para ti. Juro que ya no te amo pero estás todavía en mis venas y daría lo que fuese por que no estuvieras. Porque no me amaste, dudo que me quisieras y aún así yo seguía luchando por ti. Dije que te esperaría, pero me has dañado, no te he importado y me tengo que alejar de ti.
Pase adelante, equivocarse es una opción y levantarse LA opción, que aquí la libertad que tenemos es la de aprender a vivir.