- SSSH, guarda silencio. No, no es callarte, solo quiero contarte un secreto. Somos de mundos distintos, de corazones, pasiones y verdades que creo no son compatibles. - Disculpa, no nos conocemos, mi nombre es... claro que lo sabes y yo sé el tuyo, hemos hablamos unas veces, pero igual mucho gusto, yo quiero conocerte. Vengo de situaciones complicadas, uno que otro drama, juegos de sobra y la unión de vidas públicas, secretas y privadas. - Bueno, sé que no tenés tiempo, que ni te paso por la cabeza, que soy una pollita más, pero dialoguemos. No me preguntes si me gustas o me interesas, la respuesta será no. No porque no pueda hacerlo si no porque no se quién sos detrás de los lindos discursos que das. - Tenemos un segundo. ¿Ya podemos hablar? Sería bueno conocerte, se ocupa tiempo y espacios para hacerlo... Al final de cuentas solo sé hablarte de trabajo. - Mira tus ojos. Estás cansado. Siéntate, tranquilo. Habla si quieres, yo decido escucharte. Por mi parte, el secreto es q
Pase adelante, equivocarse es una opción y levantarse LA opción, que aquí la libertad que tenemos es la de aprender a vivir.