Entraste a mi vida, como eso que esperaba y creí que nunca pasaría. Entraste a mi vida como lo menos esperado, como lo más inocente, como lo que me permitió sentir. Te sentí muy pocas veces, no recuerdo mucho pero nuestros labios se aclopaban bien. Te sentí muchas veces, nuestros ritmos son distintos pero recuerdo cada noche antes de dormir el sabor de tu piel. Me has apoyado desde que te conozco y últimamente he estado ahí para vos. Nunca aprecié lo bueno que era tu apoyo y es hoy lo que más extraño de vos. He decidido decirte adiós, ya no quiero ni puedo estar ahí con la posición en la que me pretendes mantener. He decidido decirte adiós no porque quiera si no porque por más que me mantengo no me quieres aquí. Así que... A vos: eres un gran amigo, compañero, maestro, un aliento y escape, pero aunque me duela ya no puedo ser esa, una más de esa lista, quiero atención, la cual de ti no obtendré. A vos: eres mi amigo, mi compañero, mi sonrisa tonta, mi compañero de aventuras, quien sabe
Pase adelante, equivocarse es una opción y levantarse LA opción, que aquí la libertad que tenemos es la de aprender a vivir.