Tengo que escribir una historia de como doce páginas, pero la verdad no quiero. Tengo que pensar en el trabajo, pero la verdad no quiero. Tengo que pensar en acomodar todo lo que se desacomodó, pero la verdad no quiero. Quiero dormir, quiero no pensar, quiero poder pasar la tarde en un piscina como niña y que mi preocupación más grande sea que mi mamá no vea que safo los legos con la boca y no con el "sacalegos". Quiero acostarme en un prado de flores amarilla, quiero sacarle fotos a las cosas, quiero sentarme una tarde a decir tonteras con mi mejor amigo, quiero agarrar el carro y manejar hasta la playa, respirar el mar. Quiero corretear y esconderme detrás de un arbol, comer helado y no importar que me ensucie, recortar muñecas de vestir, jugar a bailar ballet y armar la casa completa de las muñecas con la escusa de "pronto lo recogeré". Quiero una taza de gomitas con semillas mixtas, un gran chocolate amargo, unas prigles y una copa de vino dulce. Quiero es
Pase adelante, equivocarse es una opción y levantarse LA opción, que aquí la libertad que tenemos es la de aprender a vivir.