Por lo general, la mujer llamativa ríe por todo, no tiene problemas y sobretodo, no habla cosas serias. La gente quiere pasar tiempo con quien huele rico, combina bien las cosas, no discute y no está cansada.
Pero no soy de esas mujeres, no sé como hacerle reír y si lo hago juro que no es a propósito, no soy graciosa. De fijo es porque opiné lo que pensaba en el momento. Mucho menos, soy relajada ni de imagen poderosa.
No juego a la coquetería discreta porque todo se me nota. Sí, soy chineada y me gusta abrazar a quienes amo, si fuese todo el tiempo mejor, pero tiendo a esperar esa acción recíproca.
No le sacaré de los problemas, no sé hacer eso; le hablaré de lo que pasa, me gustan las respuestas y las soluciones, no las salidas fáciles de una noche.
¿Mentir? ¡ME ESTÁ JODIENDO! no no no, tengo camanances delatores, unos ojos que brillan cuando les viene en gana y que lloran sin que tenga control de ellos.
Me ahogo en un vaso de agua, pero amo nadar en mar abierto y termino feliz al otro lado de la piscina.
No, no soy de esas mujeres que le agradan a todo el mundo. Tengo dificultades, sufro de sueño, me preocupa la otra gente, soy exigente con mis proyectos y espero demasiado de la gente.
Sigo y me gusta la justicia social, pero no soy de las que lucho con pancartas si no con procesos. Me encantan los procesos y la planificación.
Me gusta hablar a través de una canción y me gusta la idea que de una forma u otra toqué con mi idea o sentimiento su corazón. Le diré que le amo mil veces, bajo la posibilidad que usted se canse o hasta que no lo sienta, pero lo siento, eso no quita que yo me quiera expresar.
Sí, solo vivo. Tengo obsesión por mis sueños y cumplirlos, de vez en cuando me gusta una dosis de drama pero no entiendo a la gente que no habla de frente.
Y mi miedo no es que alguien me conozca, es que se olvide de eso y que se vaya por creer que soy de esas mujeres que no soy.
Pero no soy de esas mujeres, no sé como hacerle reír y si lo hago juro que no es a propósito, no soy graciosa. De fijo es porque opiné lo que pensaba en el momento. Mucho menos, soy relajada ni de imagen poderosa.
No juego a la coquetería discreta porque todo se me nota. Sí, soy chineada y me gusta abrazar a quienes amo, si fuese todo el tiempo mejor, pero tiendo a esperar esa acción recíproca.
No le sacaré de los problemas, no sé hacer eso; le hablaré de lo que pasa, me gustan las respuestas y las soluciones, no las salidas fáciles de una noche.
¿Mentir? ¡ME ESTÁ JODIENDO! no no no, tengo camanances delatores, unos ojos que brillan cuando les viene en gana y que lloran sin que tenga control de ellos.
Me ahogo en un vaso de agua, pero amo nadar en mar abierto y termino feliz al otro lado de la piscina.
No, no soy de esas mujeres que le agradan a todo el mundo. Tengo dificultades, sufro de sueño, me preocupa la otra gente, soy exigente con mis proyectos y espero demasiado de la gente.
Sigo y me gusta la justicia social, pero no soy de las que lucho con pancartas si no con procesos. Me encantan los procesos y la planificación.
Me gusta hablar a través de una canción y me gusta la idea que de una forma u otra toqué con mi idea o sentimiento su corazón. Le diré que le amo mil veces, bajo la posibilidad que usted se canse o hasta que no lo sienta, pero lo siento, eso no quita que yo me quiera expresar.
Sí, solo vivo. Tengo obsesión por mis sueños y cumplirlos, de vez en cuando me gusta una dosis de drama pero no entiendo a la gente que no habla de frente.
Y mi miedo no es que alguien me conozca, es que se olvide de eso y que se vaya por creer que soy de esas mujeres que no soy.
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