Podríamos entenderlo todo
tu vida me encanta verla
y te acomodas a la perfección a la mía;
gracias, me he convertido en tu amiga.
Ahora puedo decirte lo que sea
me contás como te va el fin
yo te te pido consejos amorosos
y vos me llamas por mi nombre completo.
Sigamos jugando a ser amigos
ya de por si en el tinmarín
pasamos por los papeles tradicionales
y lo del hombre o mujer.
Continuemos fingiendo que no pasará nada
que no sentimos al rozar la piel
y que podemos hablarnos de otros corazones
sin que moleste tan solo un poco.
Cortemos comunicaciones, evitemos pensar
que es tan fácil decirnos las cosas
olvidemos que somos nosotros mismos,
omitamos que sonreímos tanto al estar juntos.
Al final, decir lo que realmente siento por vos
sería obligar a que las cartas se acaben,
confesar que no quiero ser solo tu amiga
complicaría ambas vidas.
Juguemos a que no amo tus ojos,
a que mis besos no te estremecen
y que estamos juntos
por el simple hecho de que
jugamos aparte a ser felices.
Comentarios