El berrinche se hace regularmente, a los padres cuando uno es un niño o una niña, bueno en este caso se supone que sí soy una nena y que se lo hice a mi papá. Voy a aclarar que mi berrinche no es a mis padres, si no que cuando tenía unos ocho años decidí quien iba a ser mi Padre. Siempre fui una buena hija, creía lo que Él decía y hacía de acuerdo a lo que mandaba.
Recuerdo tener catorce años y decir: "quisiera no ser tan buena, hacer algo malo", la respuesta de mi consejero en ese momento fue "si va a hacer algo mal, hágalo bien". Ocho años han pasado de ello y recordé esa frase durante todo este tiempo.
En fin, hace como dos años me cansé de ser la niña buena, la que todas y todos reconocían por ser buena y que más que una persona era "un ejemplo a seguir". Estaba molesta por lo que pasaba, por no sentirme cómoda, por que me traicionaron.
Así pues, dejé la vestidura de persona buena y me dediqué a hacer lo que las personas normales hacen a sus 16 o 18 años, me fui de mi casa, dejé de hacer lo que debía, me fui a conocer algo del mundo. Estuve con quien quise estar, hice como quise hacer, aprendí lo que quería aprender, al final de cuentas eso de ser "la damita" no siempre me funciona bien.
Hace un ratico ya se me ha estado disminuyendo en berrinche con mi Padre ¿Qué quieren que les diga? Yo en serio estaba molesta. Pero les puedo contar que como buen papá, siguió cuidándome.
Aprendí, sí. Me falta por conocer, sí. Es más, hice mi último berrinche: tomé, hablé vulgar, me acerqué a quienes (si en plural) se me antojó, sentí a quien quería sentir, romper la regla que quería romper. Tengo un corazón más frío y soy mucho menos crédula (no digo que sea bueno).
A ver, ¿porqué es que se me está acabando? Es simple, ya no es lo mismo, en la mañana veo que no soy la mujer que quiero ser y sobre todo, ya me cansé de las pataletas.
Iniciar el berrinche no es fácil, más cuando no se está acostumbrado, salir del mismo va a ser aún más difícil, porque ya vivo en el mundo de las pataletas. Sé que me van a juzgar, me llamarán hipócrita y cada vez que vuelva un indicio de berrinche alguien hablará. Pero ¿y qué? quiero volver a escuchar a mi papá.
Sé que el olor al cigarro que no fumé no se quita por más que me lave mi cabello la mañana siguiente, pero algún momento dejará de oler a eso y yo tendré un perfume fresco. Por el momento, dígame papi ¿por dónde es que se entra de nuevo a la casa?
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