Las cosas no son siempre como una quiere, tal vez soñaba con una cosa pero pasa otra o de la forma más ilógica dejé de creer cuando todo era posible.
Pues sí, las cosas no son siempre como parecen y el noventa y nueve por ciento de las veces no pasan como se planearon, es por eso que no hay convicción por el futuro certero, así que solo tenemos fe.
¿A qué vienen todo esto? A ver, he pasado últimamente días no planeado, en los que solo me despierto y me dedico a vivir, mi tiempo no se organiza del todo, pero definitivamente le agradezco a Dios porque todo sale bien, disfruto cada momento y tengo casi dos semanas de reír más de lo que reía hace un tiempo.
Mi situación no tiene ni pies ni cabeza, no se donde estoy realmente, así que me dedico solo a caminar.
Estando más tranquila, puedo hablar, escuchar y conversar, entrar en una serie de diálogos con personas que nunca pensé llegar a establecerlos y con la extraña habilidad de dejar las cosas por mis prioridades.
¿Resolver? no es solo mi labor, pero nunca había estado tan dispuesta a acordar y a establecer relaciones sinceras.
Ya no callo ni omito, ahora estoy aprendiendo a decir lo que pienso de la mejor manera, sin miedo pero evitando lastimar a los demás. (En definitiva me cuesta pero lo estoy haciendo)
Hoy se que las cosas no son de olvidar y ya, son de comunicación, dejando de pensar solo en mí y tomando en cuenta que el tiempo pasa rápido y no deseo desaprovechar ningún momento, ninguna sonrisa, ningún conocimiento, ningún enojo, ningún sueño... bueno o malo quiero disfrutarlo.
A los que me conocen y siguen a mi lado, me ven un poco extraña o hasta fría por que no parece que estoy viviendo todo lo que estoy pasando, no es que no me moleste o me duela, es que solo decidí seguir caminando.
Soy en muchas partes de mi vida muy inmadura pero eso no significa que voy paso a paso para mejorar y resolverlo todo aquello que a merita solución o luchar.
Pues sí, las cosas no son siempre como parecen y el noventa y nueve por ciento de las veces no pasan como se planearon, es por eso que no hay convicción por el futuro certero, así que solo tenemos fe.
¿A qué vienen todo esto? A ver, he pasado últimamente días no planeado, en los que solo me despierto y me dedico a vivir, mi tiempo no se organiza del todo, pero definitivamente le agradezco a Dios porque todo sale bien, disfruto cada momento y tengo casi dos semanas de reír más de lo que reía hace un tiempo.
Mi situación no tiene ni pies ni cabeza, no se donde estoy realmente, así que me dedico solo a caminar.
Estando más tranquila, puedo hablar, escuchar y conversar, entrar en una serie de diálogos con personas que nunca pensé llegar a establecerlos y con la extraña habilidad de dejar las cosas por mis prioridades.
¿Resolver? no es solo mi labor, pero nunca había estado tan dispuesta a acordar y a establecer relaciones sinceras.
Ya no callo ni omito, ahora estoy aprendiendo a decir lo que pienso de la mejor manera, sin miedo pero evitando lastimar a los demás. (En definitiva me cuesta pero lo estoy haciendo)
Hoy se que las cosas no son de olvidar y ya, son de comunicación, dejando de pensar solo en mí y tomando en cuenta que el tiempo pasa rápido y no deseo desaprovechar ningún momento, ninguna sonrisa, ningún conocimiento, ningún enojo, ningún sueño... bueno o malo quiero disfrutarlo.
A los que me conocen y siguen a mi lado, me ven un poco extraña o hasta fría por que no parece que estoy viviendo todo lo que estoy pasando, no es que no me moleste o me duela, es que solo decidí seguir caminando.
Soy en muchas partes de mi vida muy inmadura pero eso no significa que voy paso a paso para mejorar y resolverlo todo aquello que a merita solución o luchar.
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